¿Recuerdas esos momentos en los que fuiste feliz?, ¿recuerdas con quién estabas?, ¿lo que sentías?; ¿recuerdas esas carcajadas que te dejaban sin respiración?, ¿Y qué tal esas largas conversaciones que te hacían trasnochar? Lo mejor es… que lo que recuerdas quizás también lo recuerda alguien más con el mismo amor, cariño y felicidad que tú, y, allí es donde está la magia.

¿Cómo un momento puede ser tan especial que recuerdas la emoción con que lo viviste? Es la magia, la magia que se da al estar con otras personas, la magia que se da en los momentos en pareja, la magia que se da en los momentos con amigos y la magia de vivir momentos en familia.

Todo ello que se queda en tu mente y provoca aún una sonrisa fueron alguna vez momentos muy valiosos que a veces por el afán de la vida no disfrutamos conscientemente, el día a día esta tan cargado de emociones, situaciones, personas, rutina, trabajo, estrés que nos dejamos llevar por la cotidianidad y olvidamos que los mejores momentos de nuestra vida pueden pasar en un abrir y cerrar de ojos, y, no disfrutamos al máximo lo maravilloso de la vida, lo maravilloso de una conversación hasta la madrugada acompañada de una copa de vino, de un juego en casa con la familia, de una serie vista bajo el calor de una cobija y en buena compañía, de una tarde en el parque sentados en el pasto, respirando… La vida se pasa, el tiempo nos apremia y no somos conscientes de que los mejores momentos son los que vivimos sin prisa, lejos de la rutina y con seres que apreciamos.

Compartir es quizás uno de los secretos de tener recuerdos inolvidables, recuerdos de momentos felices, de días agradables, que nos indican que cualquiera puede ser un día perfecto para eso, para compartir, cualquier día en el calendario a cualquier hora es un buen momento para ser feliz y hacer felices a los que amamos, porque esos momentos que no planeamos, que surgen de la nada y nos causan una inmensa felicidad espontánea pueden ser los más valiosos que guardemos en nuestro corazón y nuestra memoria.

Somos felices cuando nos rodeamos de personas que apreciamos, porque la felicidad se comparte y se construye con los demás, por eso no existe picnic para 1 porque EL SECRETO DE LA FELICIDAD COMO EL DE UN MOMENTO PICNIC SIEMPRE SERÁ COMPARTIR.

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